19 de julio de 2011

Vae victis! (y los gansos sagrados)

Se trata de una expresión latina que significa “¡Ay, de los vencidos!”, pronunciada por el jefe galo Breno que había sitiado y vencido a la ciudad de Roma.

El 18 de julio del 387 a.C. el ejército romano de 24.000 hombres, bajo el mando del cónsul Quinto Sulpicio se dispuso para la batalla en las orillas del Río Alia. Solo una minoría del ejército romano de aquella época estaba formado por patricios, en forma de infantería pesada, al estilo hoplita griego, el resto eran levas mal entrenadas y equipadas de campesinos.
Breno, jefe galo de la tribu de los senones, estaba al mando de un ejército de números similares pero mejor entrenado o, al menos, con mas experiencia y mejor equipamiento. 

Durante la batalla, Breno rompió la línea romana, primero concentrándose en los flancos, que destrozó rápidamente, y a continuación, rodeó y destruyó a las tropas pesadas en el medio. Las tropas romanas restantes huyeron.
Tres días más tarde, Roma caería bajo el ejército de Breno, salvo la fortaleza de la colina Capitolina. El asalto inicial a la colina Capitolina fue rechazado. Breno pensó en un plan para atacar a los romanos durante la noche. El asalto fue frustrado, al parecer, por el ruido emitido de los "gansos sagrados" en el templo de Juno, que despertaron a los romanos. Después de eso, Breno decidió rodear la colina y matar de hambre a los romanos. Así, los defensores romanos pidieron negociar con Breno después de seis meses. En las negociaciones, Breno acordaba abandonar Roma si le pagaban 1.000 libras de oro (unos 357 kg). Los romanos aceptaron a regañadientes.
Cuando los romanos percibieron que los galos habían amañado la balanza en que se pesaba el oro, Breno desenvainó su espada y la puso encima de las escalas, diciendo la famosa frase Vae Victis (Ay de los vencidos), que ha quedado como frase hecha para indicar que los vencedores no se apiadan de los vencidos.
Roma siempre recordaría a Breno. Después de la salida de los Senones, Roma sufrió una dramática reforma militar, las reformas de Camilo, y fue principalmente debido a Breno y a las posteriores guerras contra los Samnitas que los romanos abandonaron la forma helénica de lucha y adoptaron un modelo más estandarizado.

Estos acontecimientos permanecieron en la memoria de Roma durante generaciones y cada año, en el aniversario del saqueo, los perros guardianes eran crucificados en la Colina Capitolina como castigo a su negligencia por no alertar a las gentes de Roma. Los gansos capitolinos, en reconocimiento por haber sido la única advertencia del ataque, eran traídos a ver el espectáculo en cojines de color púrpura.
Vae Victis! es también el título de una colección de cómics que narra la guerra de las Galias desde la perspectiva de los celtas, en concreto, de una muchacha que los romanos llamaron Ámbar.

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